El 3 de junio del 2015 -luego de una larga serie de femicidios- referentas, artistas, periodistas, mujeres y disidencias de distintos sectores convocaron a la 1era manifestación masiva de Ni Una Menos en Argentina. Tiempo después, el grito de NOS ESTÁN MATANDO llegó a muchos otros países de Latinoamérica, EEUU y hasta resonó en Europa. Hoy las marchas se repiten en todo el mundo.
Pese a la lucha hermanada de Ni Una Menos, sigue faltando mucho. Desde 2015 hasta hoy se registraron más de 1500 femicidios, transfemicidios y travesticidios. Necesitamos políticas públicas EFECTIVAS en prevención y asistencia de situaciones de violencia de género. Como también políticas de reparación integral que abonen a la construcción de una vida digna. Necesitamos con urgencia una reforma de la justicia y de las instituciones de seguridad que revictimizan y reproducen la violencia machista. ESI en las escuelas. Perspectiva de género en los medios. Formación en los trabajos, clubes y en todas las instituciones.
Vivimos en una cultura que avala al varón una actitud de dominación sobre el cuerpo de las mujeres y disidencias. Un hombre que no cometió antes un delito puede, en algunas circunstancias, naturalizar la violencia, agredir, abusar o hasta matar, minimizando o justificando lo que hizo. No son monstruos ni están enfermos, tampoco son casos excepcionales, son hijos sanos del patriarcado, y de ahí que cambiar la CULTURA PATRIARCAL es un asunto de todas, todes y todos.
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