La sociedad está llegando a niveles de desigualdad y violencia intolerables. Vivimos cada vez peor y más encerrados. Los gobiernos locales deben ser protagonistas para construir una sociedad en paz. Otras ciudades tuvieron los mismos o peores problemas que Rosario y pudieron salir adelante. Medellín, por ejemplo, con su Urbanismo de Precisión logró pasar del miedo a la esperanza. Eso es lo que estamos haciendo en Nuevo Alberdi en el proceso de urbanización más grande del país, para que a nadie le falte la tierra, el techo y el trabajo.
Manipular la naturaleza y exprimir el planeta con el mero fin de lucro nos llevó a esta crisis. Contra la corriente, hace tiempo que desarrollamos proyectos que muestran una alternativa. Con periferias verdes productoras de alimentos que ordenan el crecimiento urbano y alimentan de forma sana a su gente. Ahora con la Empresa Pública de Alimentos proponemos un salto de escala para repoblar el campo y vivir dignamente en las ciudades. Una nueva relación de las personas con la tierra y el ambiente.
La cooperación y no la competencia, los cuidados y la empatía son valores que la pandemia puso en primer plano y que el feminismo nos viene enseñando hace tiempo. En el Concejo logramos crear la Comisión de Feminismos y Disidencias, que preside nuestra concejala Caren Tepp, para poner a las instituciones a la altura de los avances de la sociedad. Para combatir la violencia machista y hacer una sociedad libre e igualitaria vamos avanzando en las calles y en el Estado.